Terapia juvenil para que todos disfrutéis de la adolescencia


¿Es inevitable sufrir la adolescencia? En Luzanda creemos que no. Es una etapa maravillosa: aprovéchala para forjar unos lazos familiares fuertes y seguros
¿Cuándo es necesaria la terapia para tu adolescente?
“Mi hija está imposible”. “Mis padres no me entienden”. “Nos llevamos de bronca todo el día”. “Pasa de mí”. Y así podríamos seguir.
¿Reconoces estas frases? Hasta ahí todo normal. Pero si estás agotada y no sabes qué hacer. Si nada te funciona y te parece que hay sufrimiento que puede evitarse, llámanos y valoramos cómo podemos ayudarte.
Aquí tienes algunas situaciones que pueden darte pistas.
No quiere hacer los deberes, no atiende en clase, no se esfuerza y al final suspende. Suele pasar y es parte de esta etapa de cambios.
Pero a veces los chavales no son capaces de contar lo que les pasa y pueden sentirse mal con ellos mismos, o tener algún tipo de problema externo en el instituto, o estar pasando una mala racha que no saben expresar.
Adaptarse a los cambios frustra. Si además en casa se viven broncas continuas, es posible que tu hijo reaccione mal porque no sabe canalizar las emociones de otra forma.
Puede que no le guste su cuerpo, o que se metan con él en clase, o que se sienta incomprendido o que nadie lo escucha.
Para tu adolescente su grupo de iguales es crucial. Es con quien pasa más tiempo, donde se divierte y aprende, y también se desquita de las tensiones de casa o de los estudios.
¿Pero qué pasa cuando ese grupo no lo acepta? Si lo insultan y lo excluyen en un momento de su vida tan delicado, es muy posible que necesite nuestra ayuda.
Es muy común que los adolescentes duden, que no sepan por dónde tirar y que a veces no se gusten. Pero si además reciben críticas constantes o se les exige más de lo que pueden dar, podrían sentirse inseguros y con ansiedad.
Tu adolescente está descubriendo mundo, su propio cuerpo y el placer sexual. Si no tiene información de calidad, o no sabe quererse y cuidarse, podría tener primeras experiencias sexuales dolorosas, que le influyan negativamente en su vida adulta.
¿Cómo os ayuda la terapia?
- Ganas en paz y armonía en casa.
- Aprendes a entender a tu hija y evitas broncas innecesarias.
- Tu hijo aprende a reconocer sus emociones y a canalizarlas de forma más constructiva.
- Si ha habido acoso escolar, le ayudamos, le ayudamos a recuperar su autoestima para que crezcan sanos e independientes, sabiendo que son valiosos.
- Gracias a la terapia, tu hijo podrá forjar relaciones más sanas con los demás y así tener una vida más plena.
- Ayudamos al adolescente a tomar consciencia y reflexionar. ¿Por qué no se cuida? ¿Por qué evita responsabilidades? ¿Por qué es tan tímido?
- Si hay adicciones, la terapia enseña otras alternativas para disfrutar de la vida y no darle la espalda.
- La terapia les ayuda a confiar en sus propias capacidades para que crezcan sabiendo defender lo suyo.
- Tu adolescente aprenderá a quererse, a cuidarse y a saber protegerse.
¿Qué hará mi hijo/a en terapia?
En Luzanda tu hijo encontrará un espacio de confianza donde expresarse con libertad y sin ser juzgado. Aquí no tiene que cortarse ni medir, porque estamos para escucharlo de manera activa, para comprenderlo y poder llegar así al meollo de la situación.
El objetivo es acompañarlo para que entienda esta etapa maravillosa, pero no libre de piedras en el camino. Para que aprenda a conocerse y adquiera herramientas muy valiosas que le acompañarán para siempre. Para que disfrute a tope de la vida, aquí y ahora.